El interior de Santa María la Real está compuesto de dos brazos, uno logitudinal -más alargado- y otro transversal -más corto-, lo que en arquitectura se denomina: planta de Cruz Latina. A la intersección de esos dos brazos se le denomina Crucero y tiene forma de cuadrado, aunque en Santa María tiende a ser algo rectangular.
El crucero de Santa María está rematado por una gran cúpula octogonal, sobre arcos apuntados y trompas. Se aprecian en ella los dos óculos de su primer cuerpo, abriéndose sobre ellos los ventanales del segundo. De las columnas intermedias arrancan los ocho nervios que rematan la estructura al interior.
El crucero de Santa María está rematado por una gran cúpula octogonal, sobre arcos apuntados y trompas. Se aprecian en ella los dos óculos de su primer cuerpo, abriéndose sobre ellos los ventanales del segundo. De las columnas intermedias arrancan los ocho nervios que rematan la estructura al interior.
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